A primera vista parece sencillo definirlo y explicarlo, como diríamos en términos coloquiales: blanco y en botella. Pero nada más lejos de la realidad. Filósofos, economistas, teólogos, psicólogos, psiquiatras, juristas, neurocientíficos conversan y debaten sobre el término, anticipando que no es oro todo lo que reluce. No es casual que tal diversidad de disciplinas aborden el tema, es una preocupación que, haciendo alusión a Aristóteles, no sólo es difícil descubrir la verdad, sino que ni siquiera es fácil plantear las dificultades.
El concepto
Cada disciplina lo define en función de su área de conocimiento. No son contradictorias, sí complementarias y enriquecedoras. Es un estado motivacional cuyo objetivo último es aumentar el bienestar de otra persona (Daniel Batson, psicólogo social experimental) Ernst Fehr (economista): “si una persona actúa de tal modo que es costoso para ella, pero proporciona un beneficio a otra.” Algunos abogan por un impuesto que obliguen a la gente a ayudar a los pobres: el coste económico y el beneficio psicológico de William Harbaugh.
Elementos. La implicación empatía y comportamiento prosocial
Según los expertos para que se produzca el sentimiento altruista antes debemos desear el bienestar del otro para que posteriormente se genere una implicación empática o solidaridad. Implicación y compasión, según Tania Singer (neurocientífica), deben producir una comportamiento prosocial, pero por sí sola la empatía no tiene por qué conllevar a ese comportamiento. La empatía sin el añadido de esa motivación prosocial e implicación nos puede llevar a mitigar nuestra angustia personal alejándonos de la causa del altruismo. Ernst Fehr habla del altruismo condicional: “La gente contribuye si creen que los demás también lo hacen.”
Sin extenderme, los budistas plantean que la acción altruista es un estado mental positivo y saludable.
Todas estas disciplinas lo que demuestran es el alto grado de interdependencia que existe pero, como bien dice Richard Rorty, lo más importante para cada uno de nosotros es lo que tenemos en común con los demás.
El encaje en la economía de mercado. Utilitarismo y solidaridad
La economía de mercado busca la eficiencia económica según la optimización de Pareto; si y sólo si se puede aumentar la utilidad reduciendo la utilidad de otro. Es decir, no se puede aumentar el bienestar de una persona sin perjudicar a otra. Parece contradictorio el encaje del altruismo dentro de la economía de mercado. No tiene por qué ser así. Para que la economía del bienestar no se vea mermada y lastimada se debe producir un acercamiento a la ética, y que la economía no descanse sobre la valoración y comportamiento egoísta de la maximización del beneficio propio. El camino que debemos retomar es buscar puntos de encuentro para reconciliar de la economía con la ética. El binomio ética-economía deben de estar vinculados indisociablemente si queremos preservar un sistema de bienestar para tod@s y un mundo sostenible.
Un guiño: ¿Eres altruista o un oportunista?
AUTOR: PEDRO SANTANA