Como sabéis, en Microwd nos gusta que conozcáis todo lo que rodea a nuestro proyecto, también a los que de un modo u otro forman parte de él. Es por eso que nos complace presentaros a Azahara, nuestra nueva colaboradora sobre el terreno que ayudará a ADENOCH en todo tipo de temas.
Azahara ha comenzado recientemente su estancia en la región de Chinandega, y colaborará activamente con este blog mediante entradas de temática social. Queremos que la conozcáis mejor, por lo que la entrevistamos previamente a su llegada a Nicaragua para que nos cuente quien es y qué espera de esta aventura personal que acaba de comenzar.
¿Quién es Azahara?
Nací hace 31 años en Córdoba pero fue en El Puerto de Santa María donde crecí. De pequeña solía jugar a los mecanos y rompecabezas, así que no es de extrañar que estudiase Ingeniería en Diseño Industrial.
Durante años, me he desarrollado en diferentes áreas del diseño lo que me ha dado una amplia visión global de éste. Hace unos tres años, mientras trabajaba como creativa de arte en agencias, me adentré en el mundo del service design, formándome y colaborando en proyectos de diferente índole y en distintas organizaciones. El service design (diseño de servicios) se basa, en resumen, en cubrir las necesidades de los usuarios a través de una serie de metodologías.
En diciembre del año pasado, en medio de mis vacaciones por Asia, me di cuenta que era infeliz con la vida que estaba llevando. Vivía en Madrid, llegaba diariamente a casa pasadas las 20:00h, como pronto, y no tenía tiempo de realizar ninguna de las actividades de ocio que una gran ciudad, como es Madrid, puede ofrecerte.
Otro de los motivos por el cual no estaba a gusto, era porque no me apasionaba mi trabajo, pero entras en el círculo de la tranquilidad, comodidad y de tener dinero para viajar que dejas olvidado ese estado de infelicidad. En esa estabilidad económica es difícil pararse y tomar conciencia de tu propia vida.
En ese viaje, justamente en Camboya y Tailandia, pude ver cómo viven otras personas con muy pocos recursos económicos y, cómo saben identificar y priorizar los problemas. Ahí fue cuando comencé a tomar conciencia de que salir de esa zona de confort era sencillo, solo basta relativizar los problemas. Por eso, varios meses más tarde cerré mi etapa en Madrid para comenzar una nueva aventura.
¿Conocías Microwd antes del voluntariado?
Hace años que quería realizar un voluntariado aunque no me decidía, seguramente porque no era el momento ni profesional ni personal. Hace unos meses me empecé a plantear seriamente el voluntariado como primera opción dentro de una gran lista de posibilidades profesionales.
Buscaba un proyecto que además de interesante, me permitiera aplicar mis conocimientos como diseñadora de servicios. Por casualidad, un colega de profesión me habló de Microwd y fue cuando contacté con Isabel, Alejandro y Cristina. Lo cierto es que fue la primera vez que oí hablar del proyecto, pero al ir descubriendo más acerca de él, me fascinó la idea de formar parte de éste.
¿Por qué un voluntariado de larga estancia en Nicaragua?
Creo que seis meses es un periodo razonable para conocer el contexto social y cultural de la zona, comprender y entender la problemática que tienen las usuarias, implementar soluciones al respecto y mejorar el servicio ofrecido.
Uno de los motivos por los que elegí colaborar con Alejandro fue saber que el epicentro del proyecto eran las mujeres, mujeres con un nivel económico muy bajo y una posición social por debajo de la del hombre.
¿Qué esperas encontrarte allí? ¿Qué crees que es lo que más te va a costar en tu adaptación inicial a ese entorno?
La zona donde iré a vivir es muy rural, posiblemente me encuentre caminos de tierra, toda clase de animales y una vegetación selvática. Me imagino Nicaragua bastante insegura en comparación con Europa, aunque sé que dentro de Latinoamérica es de los países más seguros.
Una de las cosas más difíciles a título personal va a ser acostumbrarme a los niveles de pobreza y desigualdad existentes en Nicaragua. El machismo es otro temor que tengo, así como la falta de libertad e independencia total por el hecho de ser mujer.
¿Qué crees que puedes aportar a la comunidad local de Chinandega?
Inicialmente siempre pienso que los demás me aportan mucho más que yo a ellos, aunque realmente es compartir conocimientos. El ser extranjera y haber conocido otras culturas, creo que puedo darles otro punto de vista, mostrarles que hay distintas formas de hacer las cosas.
¿Crees que esta experiencia puede aportarte algo positivo a nivel personal o profesional?
Tengo la certeza de que cualquier cambio que tenga en mi vida, algún reporte positivo tendrá. A nivel profesional, supone una gran oportunidad realizar un proyecto de cooperación internacional de estas características donde lideraré un equipo en Nicaragua, con todo lo que eso conlleva. Me gustaría pensar que esta experiencia, en el plano personal, será una línea divisoria entre cómo veo la vida y cómo la veré a partir de ahora.
Porque tu inversión es su cambio ¿Te unes?