Todo el mundo habla de diversificar con ansia: ¡dios mío, necesito diversificar! Y ¿qué diría Peter Lynch de esto? El hombre que inventó la “diworsification” y que ganó millones y millones estudiando sectores concretos y conociendo profundamente lo que hacía y dónde invertía.
¿Qué pensamos nosotros sobre la diversificación?
En primer lugar… Si fuera por números quizá haber seguido en Nicaragua incesantemente hubiera sido la mejor decisión.
En segundo lugar… creemos que nuestra empresa no son sólo números. Sabemos que dejar a motores sociales como Tito y Vanessa (directores de equipo), en Perú y Ecuador respectivamente, sería un error y una crueldad.
Esta misma semana he recordado el concepto de “evitar el sufrimiento” de John Stuart Mill como labor principal del estado. Y he pensado en Microwd… ¿ayudamos también a evitar el sufrimiento de algunas personas? Ojalá.
La prosperidad es la que produce la diversificación de las carteras
En tercer lugar… repito: no somos solo números. Cuando Microwd llega a una comunidad recóndita en Perú, Ecuador o Nicaragua siempre prestamos para vacas, cerdos y trigo. Bienes básicos. Y lo que ocurre es que la prosperidad es la que produce la diversificación de las carteras. En un año se montan oficinas de turismo, negocios de miel, recambios de ruedas, gasolineras, etc.
No hace falta que tengamos un “departamento de diversificación”, hemos descubierto que la “diversidad” es otra mano invisible.
Microwd es un proyecto para prestar a mujeres diversas, desiguales, y en algunos casos, verdaderas empresarias y líderes sociales.
AUTOR: Alejandro de León Moreno