Llego a Tarapoto y Luis, el socio local, me recoge en el aeropuerto y conducimos hasta el hospedaje de una de las prestatarias. Esta emprendedora consiguió transformar su casa en un hospedaje con el crédito que sacó el año pasado. Ahora vive de los alquileres de sus tres habitaciones.
El ambiente en Tarapoto es algo particular. Es una ciudad en plena selva con un clima húmedo y cálido por lo que la gente hace mucha vida en la calle. La ciudad suele estar muy animada ¡hay motos por todas partes! y la gente es cálida (como la ciudad), sonriente y bastante abierta.
Más de 500 prestatarias y nuevas emprendedoras cada semana
Microwd en Tarapoto se desarrolló bastante rápido. A día de hoy contamos con más de 500 prestatarias y cada semana, nuevas emprendedoras solicitan créditos. La expansión de Microwd es puro boca a boca. Es importante mencionar que los primeros créditos se desarrollaron a partir de nuestra relación con los socios locales. Socios que en la mayoría de los casos ya habían trabajado con las mujeres en proyectos de ONG.
Lo que más me sorprende de Tarapoto (como de Perú en general) es el espíritu emprendedor de las mujeres. Cuando tienen financiación no tienen miedo a lanzar su actividad o a cambiar de proyecto si los ingresos no son suficientes. Saben adaptarse a los cambios y a los momentos difíciles.
Sorprende como muchas de ellas lideran varias actividades al mismo tiempo. Les gusta la acción, abrir un negocio sin ningún tipo de prejuicio y aprender de sus errores para mejorar económicamente.
La situación de las mujeres en Perú sigue teniendo ciertas barreras
Algunas de las actividades más frecuentes que encontramos en Tarapoto son las ventas por catálogo o de puerta en puerta de productos de belleza, la venta de comida o refrescos en su propia casa o en las calles, peluquerías, servicios médicos, confecciones de ropa, bodegas, restaurantes, ferreterías… hay mucha variedad.
Non obstante, la situación de las mujeres en Perú sigue teniendo ciertas barreras. El machismo sigue siendo muy fuerte y las violencias contra las mujeres son demasiado frecuentes. En el año 2018, según el INEI, el número de víctimas por feminicidio fue 150.
En el año 2017, el analfabetismo afectaba al 8,7% de las peruanas de más de 15 años de edad, cifra que es tres veces superior al analfabetismo de los hombres. Estos datos indican la persistencia de la brecha que sufren en la sociedad peruana las mujeres.
Según los últimos datos del INEI (2007), el 32,3% de las mujeres no cuenta con ingresos propios, siendo está proporción casi tres veces mayor que la que representan los hombres. La misión de Microwd también es enfocarse en esta realidad social y proponer un producto que permita brindar mayor igualdad entre géneros.
AUTOR: Emma Crupaux