En julio de 1944 se celebraba la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas en el complejo hotelero de Bretton Woods (Estados Unidos). Allí surgió el nuevo orden económico mundial y se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados.
El acuerdo alcanzado se basaba en políticas librecambistas (que el estado no intervenga en el comercio internacional) y de libre mercado, (que los flujos de mercancías dependan de la competitividad de las empresas de cada país). Estas doctrinas económicas fueron consideradas como la única vía para alcanzar una larga y duradera paz en el mundo.
Para dar estabilidad a las transacciones comerciales se implantó el patrón oro
Para dar estabilidad a las transacciones comerciales se implantó el patrón oro, una referencia monetaria sólida, estable e independiente para todas las divisas. Constituido bajo el dominio que el dólar americano (USD) ostentaba en aquel momento, se fijaba el precio de 1 onza de oro en 35 dólares (actualmente se encuentra en torno a los 2.000$), manteniendo estables los tipos de cambio del resto de divisas dentro de una banda de fluctuación del 1%.
Lamentablemente, en lugar de primar los intereses globales, terminaron venciendo los particulares (una vez más) y el 15 de agosto de 1971, el presidente Richard Nixon declaró la inconvertibilidad del dólar en oro, terminando de manera unilateral con el acuerdo de Bretton Woods.
Esta decisión eliminó cualquier referencia imparcial para las divisas, originando desajustes en el Sistema Monetario Internacional, provocando una elevada volatilidad entre los tipos de cambio, flexibles según la oferta y la demanda, y otorgando a los bancos centrales una desmedida capacidad para imprimir dinero según estimasen oportuno.
El mercado de divisas (Forex) es uno de los activos financieros más difíciles de gestionar
Actualmente el mercado de divisas (Forex) es unos de los activos financieros más impredecibles, volátiles y difíciles de gestionar. Ha crecido tanto por la compra-venta de activos financieros que las operaciones comerciales reales entre empresas y países, influyen muy poco sobre las variaciones del precio entre dos monedas.
En los últimos meses, desde que la crisis del COVID19 se plantó a nivel global, el Euro se ha revalorizado frente al resto de divisas internacionales, incluido el dólar (USD), pero especialmente sobre las de países emergentes.
Por poner un ejemplo gráfico, basta con teclear en Google: Euro – Sol peruano y ver la evolución en el último año y en los 5 años anteriores.
La fortaleza del Euro ha provocado que el importe pendiente de recuperar de algunos inversores de MICROWD, se haya visto afectado por la evolución del tipo de cambio del Euro, al tener esta divisa como referencia para su inversión pero financiar los créditos en moneda local.
El modelo de inversión en MICROWD, cuyo objetivo es ser rentable, está enfocado en el impacto que la economía real genera en la sociedad, pero no en las posibles pérdidas o ganancias adicionales provocadas por la evolución de las divisas.
En cualquier caso, ante variaciones negativas en el tipo de cambio se podrían tomar estas decisiones:
- Mantener la liquidez en la cuenta hasta que el importe pendiente de recuperar supere la inversión neta.
- Realizar aportaciones mensuales o de forma periódica en el tiempo y/o reinvertir la liquidez disponible, aplicando diferentes tipos de cambio a cada inversión en un mismo país.
- Cubrir la fluctuación de la divisa. Debido a los costes de este tipo de operación, es solo recomendable para importes elevados de inversión. En enero de 2020, la CNMV autorizaba el primer fondo en España de inversión de impacto en mujeres, MICROWD FICC, dirigido a cliente profesional e institucional, que incluye la cobertura de divisa, lo que nos permite determinar la rentabilidad objetivo en un 5,25% anual.
Autor: Álvaro Chocano [Director equipo comercial y relación con inversores]
