De qué hablamos cuando hablamos de diversificar

Históricamente, hemos empleado la mayor parte de nuestros fondos en diversificar. Diversificar, claro está, en la extensión de la palabra. Nunca pensé que diversificar, pudiese ser tan costoso.

MICROWD empezó en Nicaragua. Aunque el impacto social era evidente, algunos inversores percibían demasiado riesgo, ya que eran ​demasiados huevos en la misma cesta. ​En 2018 abrimos el capital y cedimos una parte de la compañía, con lo que pudimos expandirnos. Para ello, analizamos alrededor de 20 países y finalmente entramos en Perú y México, lo que nos costó un año de tiempo y dinero. Costes y más costes, ¿o son inversiones? La delgada línea, una vez más.

Ofrecemos préstamos compartidos. Un inversor puede invertir desde 100€ en cada emprendedora

Una vez diversificados entre país, comunidad y sector, quisimos ofrecer al inversor la posibilidad de estirar aún más esta diversificación. Procedimos a ofrecer préstamos compartidos, de manera que un inversor puede invertir desde 100 euros en cada emprendedora. De esta forma, el que invierte 1.000 euros puede acceder a 10 créditos de 100 euros; y el que invierte 10.000 euros puede acceder a 20 créditos de 500 euros, por poner dos ejemplos.

Ahora nos encontramos, COVID mediante, con la necesidad de diversificar nuestra manera de invertir. Nos estamos expandiendo a Costa Rica, pero esta vez mediante un préstamo a una microfinanciera. Esta nueva forma de crecer, pues hasta ahora hemos creado nuestro propios vehículos financieros en cada país, nos presenta retos y oportunidades nuevas. Sumado a esto, en Perú estamos intentando hacer nuestra primera operación de compra de una cartera.

Si se diversifica de forma sensata, gana el inversor, gana la mujer y ganamos nosotros

Después de cuatro años podemos decir que le hemos cogido el tranquillo a diversificar y que le hemos encontrado el sentido. Si se hace de manera sensata gana el inversor, gana la mujer a la que prestamos y ganamos nosotros.

Sólo el tiempo dirá si, en algún caso, no hemos caído en la “diworstsification” que alertaba el gran Peter Lynch. Espero que no.

AUTOR: Alejandro de León [CEO MICROWD].

 

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