Poco antes de que el COVID nos confinase en casa yo tuve la suerte de encontrarle el ombligo a la luna. Según la tradición la palabra México significa precisamente eso en lengua nativa náhuatl. Una vez allí, me di cuenta de que no era solo una licencia etimológica, es un país que evoca todo el significado poético de su nombre.
¿Cómo se nos ocurrió llegar hasta allí? Erik y su equipo nos habían invitado a conocer su ciudad, Campeche, en la península de Yucatán. Erik es Director General de Bancampeche, un banco de desarrollo financiado por el Gobierno mexicano que se dedica a financiar y formar a emprendedores de la región a tasas mucho más bajas que el mercado. Erik conoció MICROWD y nos llamó proponiéndonos una alianza, quería que MICROWD desembarcase en México.
¿Por qué nos llamaba si nos dedicamos a lo mismo? ¿No habría sido lógico que acabásemos siendo competidores?
Lo cierto es que Erik entendió que dos empresas que se dedican al desarrollo de la comunidad, antes que competir, se complementan. Tenían tanta demanda que los fondos del Gobierno no eran capaces de cubrirla por completo así que nos propuso una alianza para que financiásemos a sus mejores clientes, esas mujeres que empezaron con un pequeño puestecito en el mercado y que gracias a su esfuerzo habían hecho crecer el negocio hasta necesitar una financiación mayor y a tasas de interés justas, que solo MICROWD podría proporcionarles.
Y con la familia de Bancampeche como los mejores anfitriones posibles llegamos a la ciudad. Recuerdo que lo primero que sentí fue estar en un país muy auténtico. Tras recorrer un largo paseo marítimo llegamos a la antigua muralla colonial que rodea la ciudad, tras su adornada puerta, casas rojas, amarillas, verdes… colmadas de flores y de gente paseando por sus calles o disfrutando en sus terrazas. Menuda explosión de colorido.
La región de Campeche vive de las plantas de refinado petrolero de Ciudad del Carmen
Tras una oficiosa reunión con el Delegado de Desarrollo del gobierno y conocer al equipo de Bancampeche al completo, estábamos decididos a conocer el Campeche de verdad, así que nos fuimos al mercado central. Allí, Juan, un amable pescadero que lideraba a los pequeños comerciantes nos contaba: «se nota que hay poco dinero en la ciudad, vienen tiempos difíciles». Y es que la región de Campeche vive de las plantas de refinado petrolero de Ciudad del Carmen, la nueva política de proteccionismo del Gobierno había dejado a muchos obreros sin trabajo, muchas familias habían pasado a depender únicamente del negocio familiar.
El mercado central es un crisol de puestos con todo lo imaginable por comprar, desde pescado fresco, frutas de la selva yucateca, hasta las famosas piñatas mexicanas colgando del techo. En la ciudad lo más normal es que las mujeres trabajen en el mercado central, vendiendo lo que sus maridos pescan o en las pequeñas tiendecitas artesanales con sombreros o trajes típicos. En las comunidades de alrededor, las mujeres se agrupan por comunidad para centrarse en un tipo de producción (conservas, zumos, frutas, ganado…).
Sin duda lo mejor de todo fue conocer a Lupita y a Gus, ellos se han convertido en el equipo MICROWD de Campeche. Lupita a sus 21 años tiene su propia microempresa, vende chocolate artesanal con la receta de su bisabuela además de ser mentora de jóvenes emprendedores. Gustavo ha pasado los últimos 8 años de su carrera apoyando a pequeños emprendedores a través de diferentes financieras y es todo un experto en la región.
Llegó la tormenta de verdad: el COVID nos confinó en casa y muchas familias se quedaron sin ingresos
Con todos estos ingredientes, además de enamorarme personalmente de esta pequeña ciudad costera, sentía que teníamos la tormenta perfecta para que MICROWD apoyase a mujeres extraordinarias que acabaran convirtiéndose en el motor de Campeche. Y llegó la tormenta de verdad, el COVID nos confinó a todos en casa y muchas familias se quedaron sin ingresos.
Desde entonces, nuestro equipo, junto con Bancampeche han estado encontrando mujeres que tienen negocios de primera necesidad y que necesitan crédito para asegurar que siguen funcionando y que siguen proveyendo de alimentos, medicamentos y cuidados médicos a su comunidad. Son esas mujeres las que hoy verás en nuestra web, porque MICROWD comienza a financiar mujeres extraordinarias en México.
¿Quieres formar parte del ombligo de la luna?
Conoce a Mayra Gabriela, emprendedora mexicana que solicita un crédito en MICROWD
AUTOR: Jesús de la Escosura [COO]