Cada uno de nosotros mantenemos un nivel propio de ingresos y gastos, así como una edad que determina nuestras necesidades financieras e incluso un patrimonio previo que varía para cada individuo. No obstante, podemos observar determinadas señales que nos sirven de alerta sobre nuestro nivel de endeudamiento. Puede que tu “salud financiera” no sea mala aun cuando te veas reflejado en alguna de estas señales, pero si te ves identificado en más de dos, actúa:
- No sabes exactamente cuántas deudas mantienes. Es la primera señal y la única que no tiene porqué ser sinónimo de un problema de sobreendeudamiento, aunque sí de mala planificación financiera. Lo primero que cada uno de nosotros debería saber es qué deudas tenemos en cada momento. Es el primer paso para evitar el sobreendeudamiento.
- Gastas más del 35% de tu renta mensual en tu hipoteca. La burbuja inmobiliaria relajó mucho este ratio para las entidades financieras, concediendo hipotecas a individuos cuyo pago mensual suponía un esfuerzo financiero de hasta el 50% o el 60%. Con la crisis ha llegado la ortodoxia a esta tipología de gasto, respetándose el umbral del 35% para la concesión de una hipoteca.
- Has solicitado un préstamo para pagar otro. La necesidad de tomar más endeudamiento para pagar un préstamo previo es una de las peores señales respecto a nuestra capacidad de pago y nivel de endeudamiento. Cuando asumas una obligación de pago con un banco deberías saber si vas a poder atenderla hasta la cuota final, la imposibilidad delata una mala planificación y avanza problemas futuros para obtener nuevos préstamos.
- Financias tus compras mediante tarjeta de crédito. Según recoge el Informe Tecnocom sobre medios de pago 2014 en España hay más de 65 millones de tarjetas de crédito en circulación. Dichas tarjetas son de una gran utilidad para realizar nuestros pagos corrientes pero, como tales pagos corrientes, no deberíamos financiarlos más allá del mes que permite el pago sin intereses a final de mes. Si financiamos una compra a mayor plazo debemos saber que los tipos medios de las tarjetas de crédito superan a menudo el 20% TAE, disfrazado mediante tipos de tan solo el 1,8% o el 2% mensual.
- Vas a pagar tu coche a un plazo de 9 o más años. Las financiaciones deben solicitarse a plazos acordes al bien a financiar. Es por eso que una casa debe pagarse en 20/30 años, unas vacaciones en unos meses y la financiación para un coche no debería superar los 6/7 años de vida.
Si te ves reflejado en varias de estas circunstancias deberías replantearte tus gastos y tus necesidades financieras, intentando llegar a un acuerdo con tus acreedores para replantear tus obligaciones de pago (siempre y cuando no te supongan un incremento desorbitado de los intereses a pagar).
En Microwd nos apoyamos en nuestro partner ADENOCH para que capacite a las prestatarias y estudie conjuntamente con nuestro equipo el nivel de riesgo a asumir por cada una de ellas. Las prestatarias de nuestro proyecto no tienen otra opción para financiar sus proyectos, pero es importante que vaya de la mano el endeudamiento a asumir con las nuevas vías de ingresos a obtener que les permitan no sólo el repago, sino también la mejora de su nivel de vida.
¿Te unes?