Hablando con una admirada profesora del IE, me surgía la duda sobre el análisis de Esther Duflo para llegar a tan tremendas conclusiones y decir, poco más o menos: las microfinanzas no ayudan a mejorar la vida de los demás.
Pues bien, he leído el reporte, creo haber entendido el método analítico llevado a cabo, creo que es correcto, normal, cierto y creo que la situación es HORRIBLE. Las microfinanzas están siendo devoradas por su padre, los grandes fondos que las fondean y cuyas preocupaciones se limitan a la rentabilidad.
¿A qué me refiero con tan cruda aseveración?
Desde MICROWD vivimos dos realidades. Por un lado, buscamos mujeres que quieren sacar adelante su negocio y que luchan como heroínas por vender y comerciar más y más. Por otro lado, buscamos fondos en Europa y EE.UU. que invierten en estos negocios. Es sencillo. Somos brokers en medio de ambas realidades e intentamos hacer el bien mientras generamos dinero.
Por tanto nos dedicamos a montar un producto que ayude a las mujeres a sacar sus negocios adelante pero queremos que los grandes capitales nos consideren invertibles.
Y esto es, a veces, contradictorio.
Creo que el camino para no perder el rumbo está entre:
A) Organizaciones que buscan un impacto social desmedido (funcionando casi a fondo perdido), pero que no son realmente “invertibles” para los grandes jugadores.
B) Aquellas microfinancieras sin impacto social y sin retrasos (como reclama Esther Dufló), que por tanto son muy atractivas para los fondos.
En Microwd no creemos en permitir que Saturno termine devorando a sus hijos con inútiles préstamos al consumo y con condiciones severas, eso sí, todos repagados al día.
Por eso trabajamos para mostrar resultados y batir al mercado de valores con un producto de intereses bajos, sin aval y sin penalización por mora.
Deberes para el sector que saco del reporte y de nuestra experiencia:
- Los fondos de impacto deberían ser fondos de impacto.
- Las microfinancieras deberían clarificar si prestan al consumo o a emprendedoras.
- La tecnología debería ser utilizada para abaratar los costes de estructura de tal forma que el capitalismo, como sólo el capitalismo sabe hacer, mejore la vida de la gente.
AUTOR: Alejandro de León [CEO MICROWD].
