Mi aventura por Chinandega se acaba, y aquí os traigo mi última crónica. Durante casi un mes he estado conviviendo con una familia de muy pocos recursos en la región de Chinandega. He tenido la oportunidad de conocer a muchas mujeres y familias que han sido o son beneficiarias de créditos de Microwd y de conocer cómo son sus vidas y su día a día.
Desde hace años he oido que las mujeres son, por lo general, mejores gestoras financieras que los hombres, y que los microcréditos se los asignaban sólo a mujeres por tener una tasa mucho más alta de repago. Cuando conocí a Alejandro me pareció súper interesante el proyecto de Microwd, y apoyé con algo de dinero porque me daba confianza el sistema, a pesar de que sabía que suponía un riesgo. Ahora, os puedo contar desde Chinandega cómo este proyecto tiene impacto en las mujeres.
Llevo 12 días en Chinandega y ya me dicen que soy una nicaragüense más. Están siendo unos días muy intensos. En el post de hoy, quiero hablaros de cómo es mi vida en la Comunidad de Nancital y cuál es el trabajo que realizo con el equipo de ADENOCH. Así que allá voy con mi segunda crónica desde Chinandega.
Me llamo Leire Caballero, y soy voluntaria en Nicaragua. Nunca había imaginado que cuando le dije a Alejandro, el fundador de Microwd, que quería venir a Nicaragua, iba a tardar tan sólo unos meses en llegar aquí. Llegué el 1 de octubre, y desde entonces he estado trabajando sin descanso para conocer la realidad de las mujeres a las que financia Microwd. Quiero usar esta herramienta para contaros mi experiencia en Nicaragua. Así que ahí voy con mi primera crónica desde Chinandega.