La historia de la tienda de ropa de Mily

Las tiendas de ropa americana son comunes en Latinoamérica. Las he visto en pueblos de México, Nicaragua y Perú; aunque nunca me había preguntado de dónde venía esa ropa y por qué la vendían, toda revuelta, en las calles. 

María de Los Milagros Higueredo, Mily, mexicana extraordinaria de Champotón, Campeche, me dio las respuestas y una nueva historia que contar.  

La oportunidad de que las comunidades más pobres usaran ropa de calidad

La llamada ropa americana es, básicamente, el desperdicio de la producción en Estados Unidos. Son todas esas prendas desperfectas o fuera de temporada que no se vendieron. Todo ese residuo se recopila en pacas y se vende, más barato, en el extranjero.  Mily veía algo muy bueno: la posibilidad de que las personas de comunidades pobres pudieran usar vestimenta decente; pero también veía claramente cómo se vendía la mercancía: en lugares improvisados, reñidos con la pulcritud y el orden, algunos hasta malolientes. Ella, emprendedora nata, vio el problema y la oportunidad.

Damos dignidad a la mercancía, damos dignidad a la ropa

El negocio de Mily nació para satisfacer una necesidad propia: encontrar en su comunidad ropa de talla grande. Ahí fue cuando inició su búsqueda de proveedores. Todos los contactos que hallaba le resultaban muy caros y los productos muy “aseñorados”. Cuando se le presentó la opción de comprar ropa americana, pensó en ampliar el concepto para ofrecer a toda la familia.  

Tenía la idea desde hacía más de cinco años, pero no tenía la capacidad de invertir. Soñaba con sentirse capaz, orgullosa, valiosa y económicamente independiente. Quería tener mayor libertad, tener algo suyo.

Fue en mayo de 2021 cuando conoció MICROWD y, junto a su madre, decidió iniciar su emprendimiento. Con su primer crédito de 850€ compró dos pacas de ropa, un estante y 500 piezas de ganchos. En las pacas venían unas 350 blusas y 100 shorts que dispuso en la sala de su casa. Abrió sus puertas y a quien pasaba le decía: “Vendemos ropa americana”. 

“Me di cuenta de que era un negocio rentable. La pieza me costaba unos 15 pesos y yo las llegaba a vender en 50. En ese momento no tenía conocimientos sobre negocios. Hoy ya sé que tengo que ganar por pieza 30 pesos como mínimo para cubrir con mis gastos operativos”. 

Con las ganancias Mily comenzó a reinvertir

En menos de cinco días ya se había quedado sin mercancía. Con esas ganancias empezó a reinvertir, compró otra paca de ropa y otro estante, lo que le dió para anticipar su crédito en la segunda cuota y rápidamente, en septiembre del mismo año, pedirnos la renovación por un monto mayor: 3.400€. 

Con esta gran renovación quería invertir en su local, para finalmente salir de la sala de su casa y tener un espacio propio. Decidió adaptar la bodega familiar que llevaba más de treinta años cerrada.

Aquí puedes ver el antes y después de su local:

Antes y después de la tienda de Mily

“El 16 de noviembre de 2021 inauguramos el local de Renueva Ropa Americana. En seis meses nuestro emprendimiento creció exponencialmente. No fue suerte, fue la combinación de muchas voluntades, entre ellas la de MICROWD”.

En agosto de este año, Mily ya había logrado mucho más: incrementó  ganancias y compradores, fidelizó a 300 de ellos con tu “Tarjeta Renueva”, dio empleo a seis personas, organizó eventos por cambio de temporada y participó en actividades de su comunidad. 

Mily logró tener un stock de más de mil piezas

Y siguió. Nos solicitó un crédito con más de un 100% de incremento en el monto. Compró más mercancía, continuó mejorando su local e invirtió en seguridad y tecnología. Abrió un nuevo punto de venta en la Ciudad del Carmen donde vende en un bazar. Logró tener un stock de más de mil piezas: tres veces mayor al que tuvo de inicio. 

Las redes sociales le han ayudado a crecer, a ofrecer sus productos, a conseguir nuevas oportunidades y a siempre estar en contacto con sus clientes.  Instagram y Facebook son sus mejores aliados. 

“Me encantaría impartir un curso junto a MICROWD y transmitir mis experiencias con otras emprendedoras de mi comunidad. Soy muy buena en Canva, hago mis propios diseños. Quiero enseñar sobre eso”.

Como siguiente reto Mily se propone tener un mayor control de su inventario, “saber qué entra y qué sale”. Para eso quiere invertir en códigos de barras. Busca aprender la metodología perfecta con este local para luego abrir otros.

“Agradezco a todo el equipo de MICROWD y a mis inversores que me ayudaron a hacer todo esto posible. Gracias a mi emprendimiento me siento capaz y valiosa”.

Certificado de Emprendedora Extraordinaria MICROWD

Camila Canova

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *