Hoy os cuento una historia de las que gusta escuchar cada cierto tiempo y, sobre todo, después de los meses vividos.
Hace un par de días recibí un audio a las 23:48h de una buena amiga pero que, sinceramente, nunca me escribe o manda audios a esas horas. El audio era sobre una persona a la que le hemos ofrecido una beca. Me temía lo peor, pensaba que por un descuido habíamos quedado fatal y que tenía una beca pero no le habíamos hecho caso. Además, ahora con “Bolonia”, a veces son obligatorias y pensé: madre mía, le hemos estropeado el cuatrimestre a alguien.
Esto, ahora que lo reviso, lo pensé en 5 segundos, es lo que tiene la manía persecutoria leve
Resulta que a esta chica le ocurrió algo mágico: venía de camino a la oficina e iba hablando con una empleada del hogar en el coche. Llegando a Avenida de América, al lado de nuestra oficina, ésta le pregunta “¿dónde empiezas a trabajar?”, a lo que ella responde “en una empresa que da créditos en países en base de la pirámide, como en Nicaragua”. En dos minutos se habían dado cuenta de lo siguiente: la tía de la empleada de limpieza, ¡es nuestra directora de oficina en Palacagüina! La gran Olania Briones.
Vivimos en un mundo con coincidencias maravillosas
Pensar que MICROWD une por medio de una beca y un crédito a Olania, con su sobrina y con este chica a la que no he pedido permiso para decir su nombre, es razón suficiente para pensar, una vez más, que estamos en un mundo maravilloso con coincidencias maravillosas. Qué menos que intentar dejar las cosas mejor que las hemos encontrado.
Nada más, nada menos. La virtud aristotélica, el recto camino. Sigamos.
Autor: Alejandro de León